lunes, 1 de febrero de 2016

LO MIO O LO NUESTRO?


El otro día, en una cena, ese magnífico evento, donde escuchar y empatizar con tus amigos o compañeros, tuvimos una conversación, acerca de cómo funcionaban a nivel organizativo nuestras empresas.

Y me di cuenta, según les escuchaba, de los problemas que tienen ciertas organizaciones, por cómo definían y establecían sus objetivos, ya que debido a este motivo, se ocasionaban dificultades para lograr ciertos objetivos que se marcaban, lo cual me parecía muy curioso.

De una forma muy simple, diríamos que las organizaciones definen y se marcan objetivos a nivel vertical y horizontal, estos últimos más conocidos como transversales.

Los objetivos verticales, son aquellas que se marcan a una determinada área (División, Departamento, Equipo, etc), y los objetivos horizontales o trasversales, serian aquellos que se marcan de forma general a todo la organización o son comunes para unas determinadas aéreas.

Es algo más complejo, ya que esto se puede combinar, por división,  departamento, equipo, etc., pero espero, que como concepto se entienda.

El problema, es cuando defines y marcas, unos objetivos verticales, que por diferentes motivos son asumidos, con una prioridad mayor que los objetivos horizontales/transversales.

Un ejemplo típico es cuando se cumplan los objetivos de un área, y esto a su vez, afecta negativamente en otra área o áreas a la hora de lograr sus objetivos, y por tanto, afecta a los objetivos globales o generales de la organización.

Solo me implico en cumplir con los objetivos de mi área o departamento, pero no analizo el impacto de mi toma decisiones o formas de trabajar en el resto de áreas,  y por tanto el concepto de organización como algo global se debilita.

Incluso aparecen otros problemas añadidos, como ciertos asuntos o tareas que no se sabe qué área los debe atender, o tareas que varios departamentos creen que son suyos, lo que está claro, es que no se están marcando y estableciendo correctamente los objetivos en la organización.

De ahí la importancia de marcar, priorizar y jerarquizar los objetivos correctamente, porque si se empiezan a tomar decisiones pensando en una parte de la organización, y no en su globalidad, se generara todo tipo de problemática.

Empezaran aparecer problemas de colaboración, habrá un menor grado de sinergia y de trabajo en equipo, y lo peor, empieza a darse más importancia a lo mío, que al concepto global de lo que es una organización, perdiendo realmente la misión y visión de la organización.

Fomentaremos, “el mientras yo cumpla”, y no en el cómo pueden afectar negativamente mis decisiones a otra parte de la organización, aparecerán los reinos de TAIFAS, porque la gente ya no querrá compartir y colaborar, se volverán más individualistas, y empezaran a pensar que él conocimiento es poder.

Puedo dar miles de ejemplos, pero perdonarme que no lo haga, lo que está claro, es que la organización se debilita, y esto tiene consecuencias, como por ejemplo, que el cliente pudiera estar menos satisfecho, y eso sí que es peligroso.

Espero, que esta problemática, se detecte y se corrija, porque si no ese tipo de organizaciones peligran, no crecen, se estancan, e incluso, pueden pasar cosas peores.

Yo entiendo las organizaciones de otra manera, donde se fomenten otro tipo de cosas,  donde el trabajo en equipo, la colaboración (entornos colaborativos) y la sinergia sean claves, donde las lecciones aprendidas y el conocimiento se trasladen por toda la organización, donde los objetivos globales y transversales sean prioritarios, donde entre todas las áreas se consensúen y se integren todos los objetivos, con el fin, de que se puedan analizar cómo afectan todos estos objetivos de una manera global.

Transversalidad y crear un gran entorno colaborativo, y todo lo que conllevan ambos conceptos en una organización, creo, sería un modelo a seguir.

De alguna manera un club o proyecto deportivo, debería también tener en cuenta este tipo de situaciones, donde deben primar por delante los objetivos de club (horizontales/transversales), sean los que sean, por delante de los objetivos de un equipo (verticales), es obvio que suele ser así.

Se debería fomentar el trabajo en equipo, la colaboración, la sinergia tanto a nivel de concepto, como en formas y maneras de actuar.

No es solo inculcar estos conceptos y valores como parte de nuestra enseñanza al deportista, sino además tener una organización donde estos conceptos formen parte de nuestra identidad. (Otro día hablamos de identidad y valor añadido, también creo, son conceptos interesantes a tratar).

Por tanto nuestra estructura y organización deportiva, debe tener a las personas adecuadas y las que mejor se adapten a esta forma de pensar y actuar, es algo complicado para muchos clubes, pero es, a lo que deberíamos de tender, a crear y fomentar un gran entorno colaborativo.

Donde por ejemplo, el colectivo de entrenadores del club, comparta experiencias y conocimientos, métodos de trabajo, lecciones aprendidas, exista formación interna, charlas con jugadores  y padres etc,, es decir, creo que existen muchas iniciativas que pueden generar dentro de un club, este tipo de conceptos tan positivos.

Está claro, que cada entrenador es un mundo, y cada uno tiene sus formas de trabajar, y hay a quien no le gusta compartir sus experiencias o conocimiento, y hay otros que sí, de ahí la importancia de buscar a los adecuados, yo nos los critico por ser así, los respeto y acepto, y también con estos, se puede trabajar en equipo y colaborar.

Pero  hay que tener cuidado, y en eso aviso a los clubes, que desde mi opinión deben fichar entrenadores que se adapten a su ideas y formas como club, porque a veces se busca por otras razones y les sale el tiro por la culata.

Y a veces nos  encontramos, con ese entrenador que solo ve su equipo, y el resto le importa poco, diríamos es el caso de que solo ve su objetivo vertical, y el proyecto de club no lo hace suyo, para él, su equipo, es lo más importante, por no decir, que es lo único, que le importa.

Soy de los que opina que las empresas deben aprender mucho de la gestión de equipos del mundo del deporte, pero en el deporte a nivel de organización, los clubes modestos, tenemos que aprender mucho de cómo organizarnos, de cómo establecer objetivos, etc, etc.

Por tanto, creo los clubes deben dar una vuelta y definir claramente sus objetivos a todos los niveles, definir su misión y visión, y hacerse preguntas tipo, como:
-           Hacia donde quiero ir como club?
-           Cuáles son mis valores como club?
-           Como quiero que me vean (Identidad)?
-           Que debo hacer para llegar a ser el club que quiero ser?
-           Una pregunta importante, que no se suele hacer, con quién?

Hay más preguntas, a las que nos debemos dar respuesta, y creo no se hacen, y muchos clubes modestos, ni se las plantean.

Existen muchas ganas, ilusión, esfuerzo, dedicación, pero nos falta organización, y nos falta, una visión.

No es solo crear una estructura piramidal, poner una dirección deportiva, coordinadores y entrenadores, detrás de todo eso debe haber muchas más cosas, de ahí, que sea importante, el establecer objetivos, que nos lleven hacia dónde queremos ir y lo que queremos ser.


No es nada fácil sacar adelante un club, organizarse, desarrollar una estructura organizativa y deportiva, establecer objetivos, definir tus valores, tu misión y visión, conseguir la logística e infraestructura necesaria, o incluso buscar patrocinadores, etc, pero también, todos esos esfuerzos, a veces, no son valorados por la gente que forma parte de un club, solo nos quedamos con lo que debemos mejorar, y no se valora, ese otro trabajo.

No estoy dando lecciones a nadie sobre gestión o dirección deportiva, estoy reflexionado en alto y dando mi opinión, sobre lo que creo, si podemos y debemos mejorar en ciertos clubes modestos, y lo resumiría en:
  • Tener una visión, es una situación futura, lo que queremos llegar a ser.
  • Establecer bien los objetivos en todos los ámbitos del club, cuidado, que lo que queremos ser puede ser a largo plazo, y estos objetivos pueden ser pasos, para ir hacia lo que queremos llegar a ser.
  • Ser más transversales, alinear objetivos e ideas, aunar esfuerzos, pensando en el bien común.
  •  Crear una gran entorno colaborativo, que se fundamente, en el trabajo en equipo y la sinergia.
  •  Buscar, y tener a las personas adecuadas.

Aunque pueda no parecerlo, soy de esos que valora, en exceso, a ese gente que dedica su tiempo y esfuerzo a sacar adelante estos clubes deportivos modestos, está claro, que entre todos lo podemos hacer mejor, pero quiero recalcar que muchos clubes existen, por el compromiso y esfuerzo de esa gente, y esto, no se nos debe  de “olvidar”.


“Cuando soplan aires de cambio, unos construyen muros, otros, molinos de viento”



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