La música siempre ha sido muy importante para mí, una gran compañera
de viaje, siempre ha estado ahí, e incluso a veces, ha logrado cambiar mi
estado de ánimo.
Así que hoy he decido escribir sobre música y deporte, en cómo podemos
utilizarla, y en lo positivo, desde mi punto de vista que puede ser su utilización.
Existen algunos estudios sobre música y deporte, sobre todo, en
relación a cuál es el tipo de música más adecuado a la hora de realizar deporte.
Está demostrado, que su utilización, a la hora de hacer trabajo de
resistencia o de cardio, se consigue que estos sean más eficaces.
Actualmente existen hasta expertos en gestión musical, los cuales valoran
y estudian la música o canciones a utilizar en las diferentes fases deportivas,
o incluso, la música que debemos escuchar cuando paseamos por un híper o unos grandes
almacenes.
Estos “gestores” nos advierten, que no son válidas todas las
canciones, y que no depende del gusto musical, sino, de la actividad que se vaya
a realizar.
Yo lo entiendo, en el sentido de no utilizar música o canciones
que nos recuerden o evocan algo negativo, o en el caso de necesitar realizar una
actividad que requiere velocidad o
rapidez, no se utilice música con un ritmo lento.
Uno de estos estudios acerca de la música y deporte, es el
relacionado con los BPM (Beat por Minute – Golpes por minuto), donde por
ejemplo, se nos explica que para realizar un ejercicio moderado a intenso, las
canciones deben tener un tempo de entre 120 y 140 Golpes por minuto, aquí existe
un estudio muy curioso del doctor Costas Karageorghis, donde nos dan ejemplos,
de las canciones a utilizar y existe hasta una lista, la cual, nos puede ayudar
a valorar la música a utilizar en un calentamiento tipo, a partir de ahí se han
generado un montón de listas para hacer running, o ejercicios de cardio, etc.
Yo creo, no debemos de ser tan exageradamente científicos, cuando
existen por medio emociones, ya que seguramente, habrá canciones que no cumplen
el tema de los BPM, que no parecen en si motivantes, pero generan un vínculo
especial por ejemplo con un equipo, y se convierten como en un mantra o himno dentro
de un vestuario.
Porque está claro que existen equipos que se vinculan a una
canción, para ir en busca de un objetivo, y esta, puede ser de cualquier
estilo, a veces porque la letra les hace gracia, porque les evoca algo, existen
un sinfín de razones, pero lo que está claro, es que para el equipo, esa
canción tiene un significado.
En mi caso por ejemplo recuerdo un año que ascendimos a Nacional
A, actualmente lo que se llama 2ªB, muchos días al finalizar el partido, en las
duchas, se cantaba un estribillo de una canción de Carlinhos Brown, era algo
que les unía y les reforzaba, por tanto, puede ser muy positivo encontrar ese
tipo de canción, que signifique algo para el equipo, lo cual, no es nada fácil,
porque lo normal es que salga de forma natural.
Siempre pongo como ejemplo dos canciones, las cuales crearon un
vínculo especial en nuestras selecciones de Futbol Sala y Basket, ya que con
ellas, ambas selecciones lograron ser campeones del mundo.
La selección española de futbol sala con la canción: “Búscate un
hombre que te quiera”, del Arrebato, y la selección de Basket con la canción:
“Hombre despechado” de Ricky Lopez, como veis cualquier tipo de canción, nos
puede unir, generar vínculo, y lograr tener un sentido de pertenencia especial
con el equipo.
También hay quien durante los viajes, utiliza la música, para
motivar, activar, o concentrar, yo prefiero que cada jugador, escuche lo que quiera.
Pero para mí hay dos momentos, donde la música también es muy
interesante el poder utilizarla, en el vestuario antes del partido, y en el
calentamiento.
En el vestuario, suele encargarse algún jugador, pero cuidado,
como ya hemos dicho hay música peligrosa, esa que evoca cosas distintas a las
que buscamos, se busca motivación, activación y concentración, pero recordar el
potencial que tiene esa música que puede hacer evocar ciertos sentimientos o
emociones en los jugadores, como por ejemplo una banda sonora, una canción de
una escena determinada de una película etc.
Yo he pasado por vestuarios en que la música que oyen, no me gusta
nada, pero si les motiva y les pone, toca aguantarse, yo soy más clásico, en el
sentido que me motiva más las música Rock, Soul y Funk, pero las nuevas
generaciones me da, que no van por este camino.
A veces es bueno requerir a los jugadores que hagan una lista con
las canciones que más les gustan, y luego filtrarlas, pero entiendo que es
mejor, que un jugador o grupo de jugadores se encarguen de la música, creo
genera, más complicidad y vínculo entre ellos.
Y luego está la música en el calentamiento, aquí sí que soy de los
que piensa en el tema de los BPM, música con ritmo, energía, motivación,
activación, aquí sí que se pueden utilizar diferentes estilos musicales, y
ahondar en el gusto musical del equipo.
Un ejemplo claro de recordar, es el famoso calentamiento de
Maradona con la canción “Life is life” de Opus.
Incluso en la selección de Basket, cada jugador selecciona una
canción, para el calentamiento, siguiendo unas pautas para elegir dicha canción
(Ritmo, estilo, etc).
Aquí el problema que tenemos, es con los pabellones, ellos son los
responsables de que si se oye música, tienen que pagar a la SGAE, por eso en
muchos pabellones, no es posible utilizar música para calentar, una pena, pero
esto funciona así.
Y otro problema es que hay clubes que desconocen esta
problemática, y algún día les pueden requerir responsabilidades.
Así que creo que la música puede ser un gran aliado deportivo, si
nos motiva, nos da energía, entonces, porque no utilizarla.
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