El otro día, en una cena, ese magnífico evento, donde escuchar y
empatizar con tus amigos o compañeros, tuvimos una conversación, acerca de cómo
funcionaban a nivel organizativo nuestras empresas.
Y me di cuenta, según les escuchaba, de los problemas que tienen
ciertas organizaciones, por cómo definían y establecían sus objetivos, ya que
debido a este motivo, se ocasionaban dificultades para lograr ciertos objetivos
que se marcaban, lo cual me parecía muy curioso.
De una forma muy simple, diríamos que las organizaciones definen y
se marcan objetivos a nivel vertical y horizontal, estos últimos más conocidos
como transversales.
Los objetivos verticales, son aquellas que se marcan a una
determinada área (División, Departamento, Equipo, etc), y los objetivos
horizontales o trasversales, serian aquellos que se marcan de forma general a
todo la organización o son comunes para unas determinadas aéreas.
Es algo más complejo, ya que esto se puede combinar, por
división, departamento, equipo, etc.,
pero espero, que como concepto se entienda.
El problema, es cuando defines y marcas, unos objetivos verticales,
que por diferentes motivos son asumidos, con una prioridad mayor que los
objetivos horizontales/transversales.
Un ejemplo típico es cuando se cumplan los objetivos de un área, y
esto a su vez, afecta negativamente en otra área o áreas a la hora de lograr
sus objetivos, y por tanto, afecta a los objetivos globales o generales de la
organización.
Solo me implico en cumplir con los objetivos de mi área o
departamento, pero no analizo el impacto de mi toma decisiones o formas de
trabajar en el resto de áreas, y por
tanto el concepto de organización como algo global se debilita.
Incluso aparecen otros problemas añadidos, como ciertos asuntos o
tareas que no se sabe qué área los debe atender, o tareas que varios
departamentos creen que son suyos, lo que está claro, es que no se están
marcando y estableciendo correctamente los objetivos en la organización.
De ahí la importancia de marcar, priorizar y jerarquizar los
objetivos correctamente, porque si se empiezan a tomar decisiones pensando en
una parte de la organización, y no en su globalidad, se generara todo tipo de
problemática.
Empezaran aparecer problemas de colaboración, habrá un menor grado
de sinergia y de trabajo en equipo, y lo peor, empieza a darse más importancia
a lo mío, que al concepto global de lo que es una organización, perdiendo
realmente la misión y visión de la organización.
Fomentaremos, “el mientras yo cumpla”, y no en el cómo pueden
afectar negativamente mis decisiones a otra parte de la organización,
aparecerán los reinos de TAIFAS, porque la gente ya no querrá compartir y
colaborar, se volverán más individualistas, y empezaran a pensar que él
conocimiento es poder.
Puedo dar miles de ejemplos, pero perdonarme que no lo haga, lo
que está claro, es que la organización se debilita, y esto tiene consecuencias,
como por ejemplo, que el cliente pudiera estar menos satisfecho, y eso sí que
es peligroso.
Espero, que esta problemática, se detecte y se corrija, porque si
no ese tipo de organizaciones peligran, no crecen, se estancan, e incluso,
pueden pasar cosas peores.
Yo entiendo las organizaciones de otra manera, donde se fomenten
otro tipo de cosas, donde el trabajo en
equipo, la colaboración (entornos colaborativos) y la sinergia sean claves, donde
las lecciones aprendidas y el conocimiento se trasladen por toda la
organización, donde los objetivos globales y transversales sean prioritarios, donde
entre todas las áreas se consensúen y se integren todos los objetivos, con el fin, de que se puedan analizar cómo afectan todos estos objetivos de una manera
global.
Transversalidad y crear un gran entorno colaborativo, y todo lo
que conllevan ambos conceptos en una organización, creo, sería un modelo a
seguir.
De alguna manera un club o proyecto deportivo, debería también
tener en cuenta este tipo de situaciones, donde deben primar por delante los
objetivos de club (horizontales/transversales), sean los que sean, por delante
de los objetivos de un equipo (verticales), es obvio que suele ser así.
Se debería fomentar el trabajo en equipo, la colaboración, la
sinergia tanto a nivel de concepto, como en formas y maneras de actuar.
No es solo inculcar estos conceptos y valores como parte de
nuestra enseñanza al deportista, sino además tener una organización donde estos
conceptos formen parte de nuestra identidad. (Otro día hablamos de identidad y
valor añadido, también creo, son conceptos interesantes a tratar).
Por tanto nuestra estructura y organización deportiva, debe tener
a las personas adecuadas y las que mejor se adapten a esta forma de pensar y
actuar, es algo complicado para muchos clubes, pero es, a lo que deberíamos de
tender, a crear y fomentar un gran entorno colaborativo.
Donde por ejemplo, el colectivo de entrenadores del club, comparta
experiencias y conocimientos, métodos de trabajo, lecciones aprendidas, exista
formación interna, charlas con jugadores
y padres etc,, es decir, creo que existen muchas iniciativas que pueden
generar dentro de un club, este tipo de conceptos tan positivos.
Está claro, que cada entrenador es un mundo, y cada uno tiene sus
formas de trabajar, y hay a quien no le gusta compartir sus experiencias o
conocimiento, y hay otros que sí, de ahí la importancia de buscar a los
adecuados, yo nos los critico por ser así, los respeto y acepto, y también con
estos, se puede trabajar en equipo y colaborar.
Pero hay que tener cuidado,
y en eso aviso a los clubes, que desde mi opinión deben fichar entrenadores que
se adapten a su ideas y formas como club, porque a veces se busca por otras
razones y les sale el tiro por la culata.
Y a veces nos encontramos,
con ese entrenador que solo ve su equipo, y el resto le importa poco, diríamos es
el caso de que solo ve su objetivo vertical, y el proyecto de club no lo hace
suyo, para él, su equipo, es lo más importante, por no decir, que es lo único,
que le importa.
Soy de los que opina que las empresas deben aprender mucho de la
gestión de equipos del mundo del deporte, pero en el deporte a nivel de
organización, los clubes modestos, tenemos que aprender mucho de cómo
organizarnos, de cómo establecer objetivos, etc, etc.
Por tanto, creo los clubes deben dar una vuelta y definir
claramente sus objetivos a todos los niveles, definir su misión y visión, y
hacerse preguntas tipo, como:
- Hacia donde
quiero ir como club?
- Cuáles son mis
valores como club?
- Como quiero que
me vean (Identidad)?
- Que debo hacer
para llegar a ser el club que quiero ser?
- Una pregunta
importante, que no se suele hacer, con quién?
Hay más preguntas, a las que nos debemos dar respuesta, y creo no
se hacen, y muchos clubes modestos, ni se las plantean.
Existen muchas ganas, ilusión, esfuerzo, dedicación, pero nos
falta organización, y nos falta, una visión.
No es solo crear una estructura piramidal, poner una dirección deportiva,
coordinadores y entrenadores, detrás de todo eso debe haber muchas más cosas,
de ahí, que sea importante, el establecer objetivos, que nos lleven hacia dónde
queremos ir y lo que queremos ser.
No es nada fácil sacar adelante un club, organizarse, desarrollar
una estructura organizativa y deportiva, establecer objetivos, definir tus
valores, tu misión y visión, conseguir la logística e infraestructura
necesaria, o incluso buscar patrocinadores, etc, pero también, todos esos
esfuerzos, a veces, no son valorados por la gente que forma parte de un club,
solo nos quedamos con lo que debemos mejorar, y no se valora, ese otro trabajo.
No estoy dando lecciones a nadie sobre gestión o dirección
deportiva, estoy reflexionado en alto y dando mi opinión, sobre lo que creo, si
podemos y debemos mejorar en ciertos clubes modestos, y lo resumiría en:
- Tener una visión, es una situación futura, lo que queremos llegar a ser.
- Establecer bien los objetivos en todos los ámbitos del club, cuidado, que lo que queremos ser puede ser a largo plazo, y estos objetivos pueden ser pasos, para ir hacia lo que queremos llegar a ser.
- Ser más transversales, alinear objetivos e ideas, aunar esfuerzos, pensando en el bien común.
- Crear una gran entorno colaborativo, que se fundamente, en el trabajo en equipo y la sinergia.
- Buscar, y tener a las personas adecuadas.
Aunque pueda no parecerlo, soy de esos que valora, en exceso, a
ese gente que dedica su tiempo y esfuerzo a sacar adelante estos clubes
deportivos modestos, está claro, que entre todos lo podemos hacer mejor, pero
quiero recalcar que muchos clubes existen, por el compromiso y esfuerzo de esa
gente, y esto, no se nos debe de
“olvidar”.
“Cuando soplan aires de cambio, unos construyen muros, otros,
molinos de viento”
No hay comentarios:
Publicar un comentario